12 de abril de 2013

Diógenes


Michele Najlis

Diógenes pasó los largos años que duró su mísera existencia metido dentro de un tonel, buscando un hombre. En el instante preciso de su agonía, reunió con gran dificultad las últimas fuerzas que le quedaban, y alzó nuevamente su lámpara: por primera vez, los ojos del filósofo contemplaron un rostro verdaderamente humano: el de una mujer.

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