6 de junio de 2012

Cuando terminó la guerra


Jorge Eduardo Argüello

Cuando terminó la guerra hubo un gran silencio. Esperé noches y días el repique de las campanas del castillo. Yo estaba descansando en un pequeño planeta. En el asteroide había una fuente de agua, allí me curé las heridas. Lo mismo hice con mi caballo. En el asteroide había un pájaro color rubí. Este pájaro sabía -y no te miento- tres mil idiomas y se sabía de memoria un millón de versos. Así escuchaba al pájaro todo el día mirando al Universo y pensando en tí. Me dijo el ave que conocía tu nombre.

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