17 de mayo de 2007

Los Duendes de Kambla

Cuento miskito. Florencia Hernández (Kambla, 26/6/97) Recopilado por Christian Schnar.

Hace muchos años, cuando en Kambla todavía no vivía mucha gente y todavía no sabían nada de plantas medicinales y no existían curanderos y sukias, vivían allí muchos duhindu (duendes). Ellos vivían en el monte, apartados de las casas de las personas. Sólo de noche salían haciendo bulla y chiflando para llamar a la gente.

Cuando había bastante luna, se les miraba entre los árboles como hombrecitos pequeños. De vez en cuando agarraban un caballo para montarlo. No lo dejaban descansar ni un minuto y al día siguiente lo encontraron muerto.

Un día desapareció un joven de la comunidad. La madre lo buscó en todos lados pero no pudo encontrarlo. Lloró, preguntó a todos si no lo habían visto pero nadie sabía algo del joven.

Después de 15 días apareció milagrosamente de nuevo pero había cambiado bastante. Estaba delgado y pálido, no quería ni comer ni hablar. Estaba como enfermo.

No existían todavía los curanderos, así que no sabían qué remedio darle para curarlo. Con el tiempo se dieron cuenta que los duhindu tenían algo que ver en ese asunto.

Uno de ellos llegó una noche y chiflando llamó al joven. Con la fuerza lograron que no saliera de la casa para que el duhindu no se lo pudiera llevar de nuevo.

Pasaron los años y la gente de las comunidades aprendió a utilizar el poder de las plantas, a curar enfermos y hacer remedios. Así lograron liberar al joven del poder del duhindu.

Con el apoyo de los curanderos y con rituales limpiaron toda la comunidad de Kambla y todos los duendes se fueron de ese lugar. Hoy en día casi ya no hay duendes en Kambla. Solamente en un crique pequeño que queda detrás de la comunidad se escuchan a veces chiflidos de un duhindu que todavía anda por allí.

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