I
La Carretanagua al caminar hace un gran ruidaje; pareciera que rueda sobre un empedrado y que va recibiendo golpes y sacudidas violentas a cada paso. También pareciera que las ruedas tuvieran chateaduras. La verdad es que es grande el estruendo que hace al pasar par las calles silenciosas a deshoras de la noche.
Los que han tenido suficiente valor de asomarse por alguna ventana y verla pasar, han dicho que es una carreta desvencijada y floja, más grande que las corrientes, cubierta de una sábana blanca a manera de tolda. Va conducida por una Muerte Quirina, envuelta en un sudario blanco, con su guadaña sobre el hombro izquierdo.
Va tirada por dos bueyes encanijados y flacos, con las costillas casi de fuera; uno color negro y el otro overo.
No saben los indios de Monimbó a ciencia cierta qué objetivo tengan las andanzas de la carretanagua. Creen algunos que pasa anunciando la próxima muerte de alguien, pues ya se ha visto que al siguiente día de haber pasado, una persona enferma de pronto, se pone «mala» y muere ésa dice la gente que se la llevó la Carretanagua —por el hecho de que habiendo estado sana, enfermó y murió por el pase de la mortífera carreta.
No son pocos los indios que aseguran que la Carretanagua no va tirada por bueyes, ni por ningún otro animal. Dicen que camina sola, es decir, por su propia virtud. Pero sea como fuere, la verdad, es que su paso es temido por la gente del Barrio Monimbó; porque les crea un ambiente de incertidumbre y desasosiego; y los hace interrogarse a sí mismos:
«¿Pasará hoy por mí?—¿Estaré yo en la raya?»
A pesar de su rusticidad la carreta es uno de los medios que más ha contribuido a la producción de nuestro país. La carreta vino a alivianar las jornadas de las jornadas de las mulas y sus muleros en su dura tarea de sacar las cosechas de la montaña a la ciudad. Aún hoy día persiste su utilidad.
Tomado
de "La Carretanagua," en Enrique Peña Hernández: Folklore de
Nicaragua. Editorial Unión. Masaya, 1968.
La gente se siente sobrecogida de
terror cuando oye pasar la Carretanagua, que sale como a la una de la mañana,
en las noches oscuras y tenebrosas.
La Carretanagua al caminar hace un gran ruidaje; pareciera que rueda sobre un empedrado y que va recibiendo golpes y sacudidas violentas a cada paso. También pareciera que las ruedas tuvieran chateaduras. La verdad es que es grande el estruendo que hace al pasar par las calles silenciosas a deshoras de la noche.
Los que han tenido suficiente valor de asomarse por alguna ventana y verla pasar, han dicho que es una carreta desvencijada y floja, más grande que las corrientes, cubierta de una sábana blanca a manera de tolda. Va conducida por una Muerte Quirina, envuelta en un sudario blanco, con su guadaña sobre el hombro izquierdo.
Va tirada por dos bueyes encanijados y flacos, con las costillas casi de fuera; uno color negro y el otro overo.
No da vueltas en las esquinas. Pues si al llegar a una tiene que doblar,
desaparece; y luego se la oye caminando sobre la otra calle.
No saben los indios de Monimbó a ciencia cierta qué objetivo tengan las andanzas de la carretanagua. Creen algunos que pasa anunciando la próxima muerte de alguien, pues ya se ha visto que al siguiente día de haber pasado, una persona enferma de pronto, se pone «mala» y muere ésa dice la gente que se la llevó la Carretanagua —por el hecho de que habiendo estado sana, enfermó y murió por el pase de la mortífera carreta.
No son pocos los indios que aseguran que la Carretanagua no va tirada por bueyes, ni por ningún otro animal. Dicen que camina sola, es decir, por su propia virtud. Pero sea como fuere, la verdad, es que su paso es temido por la gente del Barrio Monimbó; porque les crea un ambiente de incertidumbre y desasosiego; y los hace interrogarse a sí mismos:
«¿Pasará hoy por mí?—¿Estaré yo en la raya?»
II
Tomado de “Una carreta de leyenda,” en Eduardo Zepeda Henríquez:
Mitología nicaragüense. Editorial “Manolo Morales,” Managua, 1987.
. . . La verdad es que somos un pueblo fronterizo entre las realidades y
los mitos. Por eso, de seguro, nos inventamos la Carretanagua; una carreta
fantasma, que es como la sombra de nuestra carreta. «Nagual» o «nahualli»
quiere decir brujo. De ahí que esa carreta mitológica sea, substancialmente,
una carreta embrujada que salía por las noches, haciendo un ruido infernal,
antes de que llegaran a nuestras calles el asfalto, los adoquines y el concreto
hidráulico.
Y adviértase que el mito de la Carretanagua es, sobre todo, auditivo,
como que los vecinos de nuestras ciudades. Y asustados por el estruendo, casi
no se atrevían a contemplar el paso de aquel espectro. En realidad, las calles
nicaragüenses eran entonces empedradas, con tantos cantos irregulares, que se
llegó a decir que la Carretanagua tenía, al parecer, las ruedas cuadradas. . .
(. . .) nuestra Carretanagua, se distingue primero por su nocturnidad. Es, en efecto, el polo negativo del sistema binario; es el revés de la carreta que trabaja de sol a sol en el campo nicaragüense; es, en definitiva, una carreta que conduce la muerte. Nuestro pueblo dice también que la pareja de bueyes de la Carretanagua es una yunta de esqueletos...
(. . .) nuestra Carretanagua, se distingue primero por su nocturnidad. Es, en efecto, el polo negativo del sistema binario; es el revés de la carreta que trabaja de sol a sol en el campo nicaragüense; es, en definitiva, una carreta que conduce la muerte. Nuestro pueblo dice también que la pareja de bueyes de la Carretanagua es una yunta de esqueletos...
III
Tomado de "La Carreta
Nahua" (fragmentos), en Milagros Palma: Senderos míticos de Nicaragua.
Editorial Nueva América, Bogotá, 1987.
Por las noches en el silencio de los caminos solitarios se oye pasar una
misteriosa carreta. Los perros aúllan y las personas que la ven quedan con
fiebre del susto de la aterradora visión. Algunos pierden el habla por varios
días y hasta se han mentado casos de muertos por el solo hecho de oír el ruido
del chirriante paso de la carreta (...)
En el barrio de Subtiava algunos
testimonios nos aclaran mejor acerca de esta carreta bruja que muchos han oído
su pavoroso ruido. Doña Julia, una anciana de 79 años, cuenta lo siguiente:
«...Decía que la carreta nagua era
una carreta que anda, en las noches. Esta carreta es bruja. Se le oía pasar y
después se callaba al llegar al final de la calle. Se callaba porque no podía
pasar las cruces que forman las calles en las esquinas. Yo a veces la oía pasar
y me daba un miedo horrible y el corazón me hacía bum... bum... bum... como que
se me iba a salir. También decían que era una procesión que encabezaba la
carreta, hecha de huesos de muerto. Esta procesión salía muy a media noche. La
gente, entonces, se asomaba a ver cuando pasaba esa procesión. Las personas que
iban rezando en la procesión llamaban a los que salían a ver:
—Téngame esta candela.
El que cogía la candela de pronto se
percataba que llevaba un hueso de muerto prendido...»
Allá en Telica, sobre el camino que
va de León a Chinandega, se oye mucho pasar la carreta nagua y doña Jacinta ya
se las conoce todas a la bendita carreta, según sus propias palabras, pero su
susto más grande nos lo evocó con escalofrío:
“Yo estaba solita, íngrima, ya eran
las once de la noche y Chon todavía no había llegado. Yo sabía que el vendría
temprano a la casa porque había ido a la vela de la agüela de Chilo. Estaba yo pensando que era tarde, cuando de pronto
oí un estrépito, los perros aullaban, las gallinas cacareaban, los animales
estaban asustados. No había luna y las calles oscuras, oscuras. Yo temblaba
pero al fin de cuentas decidí asomarme a ver lo que pasaba. Entonces agarré
valor y salí. No vi más que una inmensa carreta y pronto perdí el conocimiento,
la vista se me nubló y caí privada. Al día siguiente todavía tenía calentura y
pasé dos días sin poder hablar, el sonido de la vos no me salía. Eso le sucede
a las personas que ven esa carreta. Dicen que esos pasajeros que llevan una
vela prendida en cada mano y con la cabeza cubierta con una capuchas blancas,
son las ánimas del purgatorio que andan penando...”
Dicen que la carreta nagua pasa por
las calles de los barrios de Granada. Don José Jesús recuerda que cuando él era
chavalo se reunía a jugar con los chavalos del barrio del Bolsón pero ya de
noche terminaban sentados en la acera de don Rubén, que tarde de noche, pasaba
echando cuentos, pero el que más les gustaba a los muchachos era el de la
carreta nagua.
“...Se oía el correteo de la carreta, las ruedas parecía pegar en
zanjones, algunos decía que los mismos que ahí iban montados la hacían sonar
así. Los que lograban verla quedaban enfermos con calenturas bien altas. Pero
lo más feo era el ruidaje de la carreta que se quedaba suspendido en el aire,
sonando frente a la casa como que nunca acabara de pasar. Algunos que salían
con el ruido sólo veían una sombra lejana. La carreta era veloz porque nadie
podía verla de cerca. La tal carreta pasaba entre la Calle Real y la Calle de
Xalteva. Y entrada la noche lograba llegar a la pólvora viniendo del Cementerio
pero al arrimar a los cruces se quedaba estancada. La carreta no puede pasar
por las calles que forman una cruz. Al lado del barrio del Bolsón correteaba
esa tal carreta. La carreta iba en barajustada de la Pólvora hasta un arroyo»
(...)
Todos estos relatos presentan una escalofriante sensación de terror que
asedia constantemente a la gente hasta en el sueño. Según los testimonios este
terror viene de tiempos lejanos y se ha transmitido de una generación a otra
hasta nuestros días. En efecto, la visión mítica de la carreta nagua es la
expresión del terror vivido por el indígena durante la conquista. . . En
aquella época, los soldados españoles cogían de asalto los poblados indígenas .
. . Las crónicas nos muestran a los conquistadores en sus caravanas de carretas
tiradas por bueyes para el transporte de pertrechos y bastimentos. Los indios
capturados eran encadenados a los postes de las carretas en largos y penosos recorridos.
Esas expediciones sangrientas acabaron con el indígena. . .
La carreta de bueyes fue introducida al Nuevo Mundo por los españoles. Con esta
carreta bien cargada se desplazaban por las noches en los caminos destinados al
paso de hombres a pie, haciendo un ruido infernal. Sin duda el indígena
interpretó ese ruido inhabitual como una nueva manifestación de los espíritus
nocturnos que lo asediaban, que han asediado desde tiempos inmemoriales el
sosiego de los pueblos aborígenes.
La visión mítica de esa carreta siempre nocturna ha llenado una función
moralizadora como toda creencia alrededor de los espíritus burlones. Gracias a
estos misteriosos terrores ancestrales la sociedad ha preservado en cierta
medida la estabilidad precaria de la comunidad.
La Carreta Nagua (El Museo de las leyendas) (Zepeda
Hernández, Eduardo. Mitología Nic.)
A pesar de su rusticidad la carreta es uno de los medios que más ha contribuido a la producción de nuestro país. La carreta vino a alivianar las jornadas de las jornadas de las mulas y sus muleros en su dura tarea de sacar las cosechas de la montaña a la ciudad. Aún hoy día persiste su utilidad.
En el imaginario nicaragüense la carreta también, tiene una expresión
mítica: La carreta Nagua: “La Carreta Fantasma. . . una carreta embrujada que
salía por las noches, haciendo un ruido infernal. . . va tirada por dos bueyes
encadenados y flacos con las costillas casi de fuera; uno de color negro, otro overo.
. . no da vueltas en las esquinas. Pues si al llegar una tiene que doblar,
desaparece, y luego se le oye caminando sobre la otra calle. . . Creen algunos
que pasa anunciando la próxima muerte de alguien. De esa dice la gente, se la
llevó la carreta Nagua.”
Otras
Versiones.
La carreta nagua es un personaje de leyenda que fue introducida por los
españoles, hay quienes aseguran que cuando los españoles querían sacar el oro
de Nicaragua lo hacían a media noche en carreta en calles y camino iba la
carreta haciendo el ruido característico y los indios no se atrevían a robarle
o asaltarla.
Existen también la versión que durante la Época colonial, hacían
trabajar a los indios largas jornadas y morían en la minas y los cultivos, el
indio huía de sus tierras hacia las montañas vírgenes y los españoles iban con
perros a cazarlos y los traían amarrados con cadenas en las estacas de las
carretas por eso el indio cuando escuchaba la carreta en las montañas él se
imaginaba que venía la muerte.
no se muy bien lo que creo pero como siertas personas dicen lo creo muy real debe creermelo por que otras dirian solo son locuras pero por que los cometarios de las gentes? no creen que tal vez es buena pregunta o comentario a lo mejor despues de leer esto digan que estupidez mas grande piesen no siempre todo se vuelve real.
ResponderEliminarGracias por su visita y comentario.
ResponderEliminarhola. yo vivo en madrid y como buena nicaraguense a veces entro a las paginas wed a ver algo que me haga sentir bien y creo que estas historias son muy reales y buenas, algo que otros desearian tener para apreciar.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
ResponderEliminarEspero su visita nuevamente, cuado quieras recordar cosas relacionadas a Nicaragua, visitá mi página, hay algunos buenos enlaces como los escritores, fotografías de volcanes...
Te espero pronto.
Excelente. Es grato disponer de fuentes como ésta para ampliar los conocimiento de nuestra cultura.
ResponderEliminarUna sugerencia importante de mi parte, que espero tenga eco en tus planes futuros, es que incluyas un diccionario de vocablos muy nicas.
Busqué por todos lados palabras como "quirina", "sudario", "chateadura", "overo", "tolda" y "encanijado", pero algunos de ellos ni siquieran existen en la Real Academia de la Lengua Española.
Si alguien puede enviarme los significados y etimologías se los voy a agradecer. Tengo hijos muy inquietos a los que me gusta responderles con propiedad sobre sus dudas e intereses.
De cualquier forma, te felicito y te animo a seguir cultivando lo nuestro.
Mario, gracias por tu comentario. Voy a recopilar algo de los vocablos nicas, creo que Carlos Mántica tiene material sobre esto y lo pondré aquí.
ResponderEliminarGracias.
es bueno saber que existen paginas como esta sobre nuestras creencias y costumbres, el leido el cuento de la carretanagua desde pequeno y la verdad... cada vez me resulta mas interesante y misterioso. de verdad que al creador de esta pagina lo felicito por sus amplios conocimientos en cuanto a leyenda se refiere y sobre todo que lo deje plasmado para que nunca se pierdan estas creencias nicaraguense el cual nos hace unicos
ResponderEliminaryo pienso k esto es muy aterrado peor k con estas leyendas estan refortaleciendo al pais con culturas etc
ResponderEliminarDiscúlpame, Bella, pero no entiendo bien tu comentario. ¿A qué te refieres cuando dices que "es muy aterrador"...? Al menos quisiera poder entender.
ResponderEliminarA veces pasa que te conentrás tanto en la lectura que la vivis y eso pudo haber pasado y provocó terror.
ResponderEliminarEspero que lean el resto de leyendas.
Gracias.
megusta mucho esta istria yesta pagina es lo mejor que hay
ResponderEliminaroe estas leyendas de q pais soon?¿
ResponderEliminarestas leyendas marisol son de nicaragua okei puro nica
ResponderEliminarme esncanta esta historia es muy chida
ResponderEliminar:p :)
Las Cuantos y demas cosas Nicaraguenses son cosas lindas pero como los Estadounidenses piensan que son los lideres del planeta nos dejan y nuestra cultura nada y la suya mas que casi ni tienen solo la publican en todos lados
ResponderEliminarHola me parece buenisima esta pagina esta muy bonita y completa tambien tengo el problema de algunos vocabularios pero bueno eso se puede arreglar la verdad que la pagina esta muy bonita
ResponderEliminarpues no da nada de miedo la de la mocuana es boni ta
ResponderEliminar:D
Una vez paso por mi cuadra y lo unico que pense fue esconderme debajo de la sabana XD al dia siguiente no queria ir a clase.5
ResponderEliminaresto si me saco las dudas :)
ResponderEliminarSIENTO QUE LA INFORMACION ESTA INCOMPLETA
ResponderEliminarBueno la verdad esos son cuentos para hacer alas personas creer en algo y tener un poco de miedo y acordarse de DIOS para pedirle guia espiritual al catolicismo le renta para que las personas vayan ala iglesia y asi pedir al padre catolico agua bendita y bla bla bla bla bla lo porque DIOS CONMIGO ENTONCES QUIEN CONTRA MI.
ResponderEliminarMuy interesante, tambien les recomiendo el sitio www.losnicas.us encontraras mas cosas intesantes
ResponderEliminaruna pregunta esto pasa en somoto?
ResponderEliminarwau m dio un poquitiyo de miedo la leyenda
ResponderEliminarPues yo si creo mas q leyenda es una realidad por que en 1995 yo la escuche yo vivia en managua carretera norte kilómetros 4 y 1/2 y paso 2 veces casi se me sale el corazón del susto d aver escuchado d pronto una cosa tan ruidosa q aparecia y desaparecia el ruido en milesimas de segu dos y largo y al mismo tiempo cerca eso fue como d película desde entonces no volvi mas a esa casa me dio mucho miedo.
ResponderEliminarLa verdad no sé que decir pues aunque no creo en esas cosas, en mi propia familia ay más de un miembro de la misma que aseguran (y hasta juran ante quien sea) haber visto a la carreta nagua mientras caminaban por las calles de León de noche, al venir de regreso de hacer algún recado o de visitar a algún familiar enfermo, aseguran que se movía hacia adelante y hacia atrás haciendo un ruido de rechinar de ruedas que hasta quedaron enfermos. Es que no sé que pensar o que creer, pues yo no creo ni nunca he creído en esas cosas, toda mi vida las he tenido por simples mitos folklóricos de mi país.
ResponderEliminarhola saludos, pasaba leyendo un poco de leyendas en Nicaragua para ayudar a mi hija en su escuela, y agradezco mucho su trabajo informativo
ResponderEliminarLes recomiendo ver los cuentos de mi abuela, donde ella narra todas esas leyendas populares de Nicaragua en el siguiente enlace https://cuentosnicaragua.blogspot.com/p/los-cuentos-de-mi-abuela_10.html
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