16 de abril de 2013

El millonario


Bayardo Quinto Núñez
Fue una tarde repleta de sol, y en una esquina de la ciudad donde el tránsito vehicular se encontraba apacible comentaban Octavio y Guadalupe.
—Qué barbaridad como está la situación económica, ni siquiera tengo para tomarme una bolsa de agua de un córdoba, le expresó Octavio a su amigo Guadalupe.
— Entonces soy millonario porque poseo dos córdobas, contestó Guadalupe.
En ese momento pasaba una señora humilde y vio a Octavio y a Guadalupe expresándoles: “Bueno, significa que soy multimillonaria porque tengo diez córdobas”. Todos se vieron de vista a vista. En ese momento el sol comenzaba a ocultarse y espontáneamente se lanzaron una muy buena y sabrosa carcajada.

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