Jorge Eduardo Arellano
(Homenaje a PAC)
No
tuve que hundir mi lancha de vela hasta el fondo oscuro y fangoso del Lago para
cazar una sirena. Como Ulises, no me tapé los oídos con cera para poder
escuchar claramente su canto. Fue ella la que, cautivada por mis canciones,
vino hacia mí y me desató del mástil. Aquí la tengo rendida a mis pies, con su
cola en el agua impulsando mi lancha. Pero ninguno de mis seis marineros la
advierte. Sólo yo gozo de este privilegio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario